Expo
Gisèle Freund (1908-2000), fotógrafa
autodidacta, figura entre los retratistas y reporte- ros preponderantes de su
tiempo. Tuvo una vida longeva cuya principal vicisitud fue el exilio, de su
natal Alemania a París y Buenos Aires, pasando por Londres, Quebec y México.
Nació en una familia judía de la burguesía berlinesa; su padre, coleccionista
de arte, le regaló su primera cámara Leica que estrenó documentando la crisis
de la Repúbli- ca de Weimar que allanó el camino al triunfo de Hitler. Antes de
huir a Francia en 1933, estudió sociología en la Universidad de Frankfurt,
disciplina que la orientó a la escritura teórica y la inclinó al foto-reportaje
crítico (80 series realizó en total, difundidas en la prensa masiva
internacional).
El encanto de la obra de Gisèle
Freund radica en la delicadeza de su factura y en su dimensión literaria. Se le
considera la mejor cronista visual de la vanguardia parisina de los años 1930,
con retratos cuyo uso innovador del color supo aprovechar las películas
Agfacolor y Kodachrome recién comercializadas. Lo que se sabe menos es que
viajó varias veces a México, entre 1948 y 1978, y que tejió estrechos vínculos
con América Latina. En 1941, sabiéndola escondida en la Francia ocupada, la
intelectual Victoria Ocampo la invita a pasar una temporada en Argentina
(adonde volverá en 1950 para un reportaje demoledor sobre Evita Perón). Pronto
empiezan las visitas a México
Esta exposición ha beneficiado de la colaboración de la Embajada de Francia en México en su programa “Mano a mano. Miradas fotográficas cruzadas. Francia-México”