La Colección Gutierrez Roldan
De las horas que dedicó para observar a Diego Rivera, cuando pintaba los murales de Chapingo, a Pascual Gutiérrez Roldán (1903-1979) le surgió su pasión por el arte. De su acervo de más de 400 obras fueron seleccionadas 45, en su mayoría retratos de su esposa Elisa Saldívar, para exhibirse hace mas de una decada en MUNAL en La colección de Pascual Gutiérrez Roldán: un retrato del siglo XX mexicano .
La anécdota de cómo Marte R. Gómez, director de la entonces Escuela Nacional de Agricultura, le encargó a don Pascual, uno de sus alumnos predilectos, supervisar al ''bohemio'' Diego, fue contada por su nieta Rosalba Gutiérrez Ochoa Ramos .
De las horas que dedicó para observar a Diego Rivera, cuando pintaba los murales de Chapingo, a Pascual Gutiérrez Roldán (1903-1979) le surgió su pasión por el arte. De su acervo de más de 400 obras fueron seleccionadas 45, en su mayoría retratos de su esposa Elisa Saldívar, para exhibirse hace mas de una decada en MUNAL en La colección de Pascual Gutiérrez Roldán: un retrato del siglo XX mexicano .
La anécdota de cómo Marte R. Gómez, director de la entonces Escuela Nacional de Agricultura, le encargó a don Pascual, uno de sus alumnos predilectos, supervisar al ''bohemio'' Diego, fue contada por su nieta Rosalba Gutiérrez Ochoa Ramos .
Don Pascual, a su vez, se
volvió amigo de varios de los pintores de la época, a los que apoyó con la
compra de obra. Cuando apareció la bella Elisa Saldívar, ''mi abuelo la quiso
tanto que perpetuó su amor por medio del arte. Pidió a sus amigos artistas que
la retrataran. Así fue como mi abuela acabó posando para más de 30'', expresa
Rosalba Gutiérrez.
Entre ellos estaban Diego Rivera,
José Clemente Orozco, Rufino Tamayo, Roberto Montenegro, Federico Cantú, David
Alfaro Siqueiros, Julio Castellanos, Dr. Atl, María Izquierdo, Carlos Orozco
Romero, Juan Soriano y Pedro Coronel. La última sesión retratística fue un
experimento. Don Pascual reunió a siete pintores (Gustavo Arias Murieta, Byron
Gálvez, Enrique Estrada, Zarazúa, Mario A. Zajur, Guillermo Ceniceros y Leonel
Maciel) y un escultor (Carlos Téllez) en el Centro de Artes Plásticas de
Coyoacán; cada quien tomó un ángulo diferente. La primera reacción de doña
Elisa al ver el retrato de Maciel fue decir ''no soy esa''. ''Mi abuelo le
explicó que lo importante estaba en que era un buen cuadro y que así fue como
la había captado el pintor'', relata la nieta.
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