domingo, 21 de febrero de 2010

Frida y su Doctor



Frida 100 aniversario parte II

Archivos de la Casa Azul en Coyoacán

Por Adolfo Cantú.

Con la apertura de los archivos de la Casa Azul

El mudo de Frida Kahlo nos rebela nuevas incógnitas

al inventario de cartas y objetos se suman las cartas

que atesoro durante toda su vida Leo Eloesser y que hoy atinadamente

dona la viuda del Doctor al Fideicomiso Diego Rivera del Banco de México

Este echo llevo a Teresa Del Conde Y a Raquel Tiból

A caminar dentro de nuevas publicaciones .

Dice Frida

Diego porque me puse a dibujar esto…. Nada hay nuevo dentro de mi, solo lo viejo,

Y lo estúpido que me dejaron mis padres.



¿Que es la alegría ?..............

el conocer lo demás es una herencia.

Todo puede tener belleza aun lo mas horrible.

Como siempre cuando me alejo de ti me llevo en las entrañas

Tu mundo y tu vida, te adoro con toda mi vida

Carta a diego enero de 1948

Pies para que los quiero si tengo alas para volar

El dolor físico no es bueno para el arte, pero en Frida

se transforma en una motivación e reinterpretación de su yo interno

sino hay sufrimiento no hay expresión

Frida es un personaje único .

Dentro de la correspondencia de Leo Eloesser podemos descubrir una relación

Mas que profunda del Doctor y su paciente

Además de comentar sus vivencias Sufrimientos . Frida recrea cronológicamente

El desarrollo de su obra pictórica .








Leo conoció a Diego Rivera en 1926 y mas tarde cuando se trasladan a vivir

A San Francisco Diego y Frida en 1929 , el Doctor se convierte en un salvador confidente

De la artista.

Frida le notifica durante años su crisis y Paradójicamente Leo nunca dejo de ser su especialista y termina trasladándose a México transformándose en una relación mas aya de la amistad.

Detroit 7 de junio 1941

Saludos, Fridita

Te extraño mucho. ¿Qué tal te va? Escribeme 4 palabras.

Tu Doctorcito.




Sin duda la visión de un medico era importante para entender que la salud

De Frida seria catastrófica al grado de llegar al suicidio en 1954

Gracias a estas cartas publicadas en el nuevo libro de

Teresa del Conde podemos situarnos en la ambientación de la época.

Adolfo Cantú E.

cantuart@hotmail.com Otoño del 2007

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